Etiquetas RFID para lavandería:

guía de aplicación

Elegir el método adecuado para aplicar una etiqueta RFID para lavandería es fundamental para garantizar la trazabilidad, durabilidad y rendimiento a largo plazo.
En esta guía práctica analizamos los tres métodos principales de fijación—costura, termosellado e inserción en funda protectora—con sus ventajas, consejos y casos de uso recomendados.

En el ámbito de la trazabilidad textil, las etiquetas RFID para lavandería son una de las soluciones más fiables y duraderas. Están diseñadas para resistir lavados industriales a alta temperatura, tratamientos en autoclave, secado forzado y planchado mecánico. Sin embargo, para mantener este rendimiento a lo largo del tiempo, es fundamental aplicar correctamente la etiqueta sobre la prenda o el artículo textil. Existen diversos métodos de aplicación, cada uno con características, ventajas y usos específicos. Los tres más comunes son: cosido, termosellado e inserción en bolsillo protector.

Cosido: solidez e integración en la prenda

El método más tradicional y utilizado es el cosido directo de la etiqueta RFID al tejido. Este sistema destaca por su estabilidad a largo plazo: la etiqueta, fijada mediante costuras laterales, centrales o en ángulo, permanece segura incluso tras cientos de ciclos de lavado. Es especialmente adecuado para ropa profesional, uniformes y prendas técnicas donde se requiere una solución permanente y resistente a esfuerzos mecánicos. Para una aplicación correcta, se debe evitar perforar la zona del chip y optar por costuras reforzadas, como las zigzag o dobles. Lo ideal es coserla sobre una costura ya existente o en un borde poco expuesto a tensiones.

Termosellado: rapidez y discreción

Cuando se requiere optimizar el tiempo de producción o trabajar con textiles planos como sábanas, toallas o manteles, el termosellado es una excelente alternativa. En este método, la etiqueta está recubierta con una capa adhesiva que se activa con calor y presión. Se aplica con una prensa térmica que la adhiere uniformemente al tejido. Su principal ventaja es la rapidez: la aplicación tarda solo unos segundos y no requiere costuras. Además, la etiqueta queda bien integrada y con un impacto visual mínimo. Es crucial calibrar correctamente la temperatura y la presión para evitar daños tanto en la etiqueta como en la prenda.

Descubre laS etiquetaS RFID para lavanderías industriales

Inserción en bolsillo protector: flexibilidad y reutilización

El tercer método consiste en introducir la etiqueta RFID dentro de un bolsillo protector fabricado en tejido técnico o material sintético. Este bolsillo puede coserse o termosellarse sobre la prenda. Ofrece una solución flexible que permite sustituir la etiqueta en caso de actualización, fallo o reutilización en otros artículos. Es una opción muy valorada en lavanderías industriales que gestionan textiles rotativos, o para quienes buscan una solución de identificación menos invasiva, más discreta y reutilizable. Estos bolsillos también pueden personalizarse con logotipo, número de serie o datos del cliente, facilitando así la identificación visual directa.

Una decisión técnica y estratégica

El método de aplicación de una etiqueta RFID para lavandería no es solo una cuestión técnica, sino también una decisión estratégica que influye en la durabilidad del producto, en la eficiencia de la trazabilidad y en la calidad del servicio ofrecido. Cada proyecto es único, y una correcta aplicación es el primer paso hacia una gestión RFID eficiente, duradera e integrada plenamente en los flujos textiles.

 

¿QUIERE SABER MÁS?